viernes, 9 de octubre de 2009

La zoncera que Feinmann desnudó


No hay periodista en la Argentina que no se jacte de haber recibido "llamadas" del gobierno de Kirchner. Es posible. Acaso se haya llegado a esa torpeza. Pero se equivocan o mienten (o no entienden nada y dicen cualquier cosa, o sea, lo que les conviene) cuando se victimizan diciendo que han recibido llamadas "del poder". No, ustedes, si las recibieron, recibieron llamadas de un gobierno. El poder está en los diarios en los cuales muchos de ellos trabajan. El amable y democrático periodista de La Nación con el que uno se encuentra y conversa civilizadamente debe tener en claro que el poder es él. Lo es en tanto esté en ese diario. Página/12, medio al que tanto se le reprocha su acercamiento al gobierno, ahora, de Cristina F, no representa al poder, a lo sumo está de acuerdo con un gobierno.

Fragmento de la undécima entrega de Peronismo, Filosofía política de una obstinación argentina, de José Pablo Feinmann

martes, 25 de agosto de 2009

El clasemedia y Reutemann


Todo clasemedia auténtico dijo al menos diez veces en su vida “Reutemann es un tipo honesto”.
Este símbolo de la derecha conservadora, nacido el 12 de abril de 1942 y apodado cariñosamente Lole, le causa particular simpatía a los grupos de poder (ya sea financieros o mediáticos, que en muchos casos son lo mismo) y, por ende, al clasemedia promedio.
Tal es su ángel que ganó por abrumadora mayoría en los sectores de la capital santafesina que él mismo inundó, motivando la acertada apreciación del gobernador Hermes Binner: sólo el Síndrome de Estocolmo puede explicarlo.
Antes de dedicarse a la política se hizo famoso por quedarse sin combustible el 13 de enero de 1974, en la última vuelta del Gran Premio de la República Argentina de Fórmula 1, cuando venía ganando ante 100.000 espectadores, entre ellos el entonces presidente Juan Domingo Perón.
Bien. Repasemos entonces los pergaminos del mejor discípulo del nefasto Carlos Menem para que un clasemedia que se precie de tal lo considere honesto:
* Diciembre de 2001: la policía que responde al Ejecutivo provincial que él conducía asesinó a siete manifestantes en Rosario. Por lo mismo (muertos, pero en Plaza de Mayo) fueron procesados el ex presidente De la Rúa y el fallecido ex ministro del Interior, Ramón Mestre, entre otros. Reutemann no respondió ante la Justicia porque en la Corte Suprema santafesina hizo “la gran Menem” y nombró familiares, allegados, amigos y ex abogados personales.


* Abril de 2003: la ciudad de Santa Fe se inundó por la crecida del río Salado, cuyas aguas ingresaron donde debía haber una defensa contra inundaciones que no existía, y que insólitamente fue inaugurada por Reutemann. Hubo decenas de muertos, multimillonarias pérdidas materiales y miles de personas que perdieron hasta sus recuerdos y quedaron con secuelas psicológicas, entre otros daños.


* Por su dedocracia llegaron a cargos de poder el fallecido ex senador Jorge Massat (procesado por enriquecimiento ilícito), la senadora Roxana “Tiro por la culata” Latorre y su sobrina Verónica Reutemann (procesada por compras con facturas truchas por más de 10 millones de dólares), entre muchos otros.
* Protegió al ex arzobispo de Santa Fe, Edgardo Storni, procesado por la Justicia por abuso sexual contra seminaristas.
* Privatizó la Dipos (servicios sanitarios), regalándosela a capitales franceses que incumplieron todos sus compromisos y ahora enjuician al Estado santafesino por 300 millones de dólares luego de que su lacayo Jorge Obeid reestatizó la empresa.
* Privatizó/regaló el Banco Provincial, ahora Nuevo Banco de Santa Fe. La “esperanza blanca” lo niega, pero hay documentos que prueban que se lo ordenó a Obeid.
* Enfrentó todas las crisis habidas y por haber rebajando el salario de maestros, policías, médicos, jubilados, etcétera. Es célebre su frase: “Si el mayor gasto es en sueldos, achiquemos los sueldos…”.
* La inversión en Salud de sus dos gobernaciones es la más baja en casi 200 años de historia política de Santa Fe; el único hospital que construyó (de Niños Orlando Alassia) se levantó en el valle del río Salado y, por supuesto, se inundó en 2003.
* Gastó 8 millones de dólares en reconstruir el Puente Colgante de Santa Fe, que no tiene ninguna utilidad para el tránsito, pero no construyó una sola escuela ni aula.
* Trata con desdén a los “políticos” y se manifiesta ajeno al ambiente, pese a que fue dos veces gobernador y a fin de año irá por su tercer mandato como senador nacional.
* El clasemedia mucho no comprende que “nadie me avisó” (su frase tras las inundaciones) o “vi algo que no me gustó” (cuando eludió ser candidato presidencial) no tienen nada que ver con la estrategia de un “tiempista”. Son apenas los cuentitos que le cuenta un tipo para no afrontar responsabilidades o disimular su exasperante falta de coraje.
Pero, porque siempre hay un pero, el clasemedia lo ve “presidenciable”, aunque no sepa que carajo piensa, si es que piensa en algo.

lunes, 10 de agosto de 2009

El clasemedia y la traición


El clasemedia argentino detesta a los traidores. De memoria sabe el cuentito de Judas Iscariote, quien guió a los guardias que aprehendieron a Jesús, señalándolo con un beso. A cambio, cobró treinta siclos de plata. Hay dos versiones sobre su final: que se ahorcó cuando tomó dimensión de su traición (según Mateo), o que se “reventó por en medio” y derramó sus entrañas en el campo que había comprado con el producto de su delación (libro de los Hechos).
Judas era hijo de Simón y María, agricultores de clase media-alta de Keriot de Judea. Era avaro y no poseía escrúpulos para conseguir sus propósitos. En su juventud hizo amistad con sacerdotes, fariseos y funcionarios.
Bien.
Al clasemedia le resulta incómoda la traición. Se escandaliza hasta cuando se entera de que el vecino monta yegua ajena, y cosas por el estilo.
Pero… hay excepciones.
Si la coyuntura lo requiere; si los medios que un clasemedia lee, ve y escucha lo avalan; si la cosa viene por el lado de ser un triste contreras... Ahí la traición no es traición. Es coraje, espíritu republicano, conciencia nacional y respeto por las instituciones. Aunque parezca un chiste, esa clase de análisis mereció el voto no positivo del vicepresidente Julio César Cleto Cobos en el debate parlamentario por la Resolución 125, que instrumentaba un esquema de retenciones móviles a las exportaciones de granos.
Cara de oso hormiguero (Federico Luppi dixit) nació en Godoy Cruz, Mendoza, en el año 1955 (vaya casualidad).
Fue expulsado por traidor de la Unión Cívica Radical cuando integró la fórmula que llevó a la presidencia a Cristina Fernández.
Llegó a la vicepresidencia sin aparecer por los actos de campaña. Estaba claro que no sumaba ni restaba. No hacía falta.
En la discusión por la Resolución 125, cuando llegó el momento de su voto tras un empate en la Cámara de Senadores, hizo todo lo posible por no votar. Sentía pánico. Su voz se quebraba. Daba la impresión de estar forzando sus esfínteres.
Su voto no positivo (nunca mejor expresado) fue contra el gobierno que integraba.
Admitamos que el ciudadano Julio Cobos podía votar como se le diera la gana. Lo inadmisible es que se mantuvo en el cargo, en el único caso en la historia que un vicepresidente es abiertamente opositor a su gobierno.
Políticamente es un cadáver.
Pero el clasemedia lo ve con esa cara de “yo no fui” y ni se molesta en tomar consciencia de lo que simboliza semejante adefesio. A nuestro querido clasemedia ya le han dictado los medios lo que tiene que pensar. Y está, además, muy ocupado escandalizándose por lo pata de bolsa que es su vecino.

sábado, 8 de agosto de 2009

El clasemedia y Mirtha Legrand (82)


El clasemedia promedio es un ferviente admirador de Rosa María Juana Martínez Suárez, viuda de Tinayre, más conocida como Mirtha Legrand, una mujer nacida el 23 de febrero de 1927 (a la fecha acredita 82 añitos, si las matemáticas no me son esquivas) en Villa Cañás, provincia de Santa Fe.
En el marco de la tilinga farándula vernácula es considerada una “diva” y se la denomina cariñosamente “Chiqui”.
Antes de ser la anfitriona de los almuerzos televisados, por los que desfilaron personajes despreciables, fue una actriz de cursilería espantosa, protagonista de decenas de películas olvidables y justamente olvidadas.
Este verdadero estereotipo de la decadencia cultural puede aparentar ignorancia, y hasta ingenuidad, pero si se recuerdan algunas frases que ha deslizado a lo largo de su extensa vida y se observan las alianzas que ha sabido cultivar, habrá que creer que se está en presencia de un verdadero mamarracho, sí, pero de notable perversidad.
Repasemos un par de los innumerables infames pasajes de su fruncida trayectoria:
* En 1978, flanqueada por Susana Giménez se escandalizaba en un almuerzo porque se atacaba la imagen de nuestro país en Francia (por la desaparición de las monjas Alice Domon y Leonie Reneé Duquet ) y con infinita ternura recordaba que el genocida Jorge Rafael Videla había llorado durante el Mundial 78, “que tanto bien nos hizo”.
* El 20 de marzo de 2000 le dijo a Cecilia Rossetto (talentosa actriz, mujer de extraordinaria dignidad): “Vos estás muy politizada, querida. Cada vez que te invito hablás de temas pasados de moda, como la izquierda y el comunismo. ¿No será por eso que te quedaste afuera de la televisión?”. Rossetto contestó que hablaba de política porque tenía un marido desaparecido, lamentó su ausencia de la TV y mencionó que muchas “que les praticaban la fellatio a los genocidas siguen saliendo en las tapas de las revistas”. ¡Glup! Y al corte…
Después… bueno…
Luego de ser expulsada de la TV tiempo después de las elecciones de 1973, recobró su lugar tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 gracias al almirante Emilio Eduardo Massera y José Alfredo Martínez de Hoz.
En todo ese período fue mansa y silenciosa respecto de la extensa lista de artistas y gente de los medios de comunicación prohibidos, exiliados o desaparecidos.
Con el advenimiento de la democracia las cosas no le fueron tan bien: entre 1984 y 1989 decayó su estrella y fue a parar a la televisión por cable, pero recuperó su espacio con la llegada del nefasto Carlos Menem al poder y lo agradeció con almuerzos a solas. Esa fue una de sus épocas de gloria.
Actualmente en América, se inclina ante los dólares del “filántropo colombiano” (Horacio Verbitsky dixit) Francisco De Narváez y dice pelotudeces (perdón, pero no hay otra palabra para definir ciertas frases) que tienen como único fin quedar bien con su patrón, como cuando dijo que “la gente tiene miedo” porque el gobierno manda “a la impositiva, a la Side” si se lo critica y puso como ejemplo el temor a hablar en un restaurante. “Yo he vivido esa época, es terrible”, agregó.
Más allá de que sabemos que ella ha vivido todas las épocas, les ofrezco una respuesta de una entrevista que concedió a Perfil, esta mujer que trabajó a lo largo de toda la dictadura en medios de comunicación.
Fue bravo, pero la verdad es que mucho no me daba cuenta. Estaba en el 13, que lo manejaba la Marina. Lo que sí había era prohibición de ciertas figuras. Te ponían un sellito en las listas que yo mandaba de futuros invitados. Nos ponían ‘no recomendado”.
A confesión de partes, relevo de pruebas.
El clasemedia la adora, y hasta cree que Silvia Legrand no es la melliza, sino la abuela de la “Chiqui”.

jueves, 6 de agosto de 2009

El clasemedia y la Iglesia



A propósito de las declaraciones de monseñor Héctor Aguer sobre el manual de formadores de educación sexual (lo tildó de “neomarxista”, entre otras calificaciones retrógradas) y del Papa Benedicto XVI sobre la pobreza en la Argentina (sin palabras… no insistan… no diré nada del pasado de este señor ni de su autoridad moral).

Este es otro tema muy interesante. El clasemedia-medio es católico, apostólico y bastante romano, si lo apuran. Y va a misa (de vez en cuando) y dice: “Dios mío”, cuando algo lo sorprende o lo agobia; y dice: “si Dios quiere”, cuando habla de algo que no ha sucedido aún. También dice: “gracias a Dios”, cuando le cuenta a alguien lo bien que le va.
Ese mismo clasemedia no diferencia entre su “Dios” y los gestores que el divino tiene en la tierra.
Esos gestores… los de la multinacional con sede en el Vaticano…
* Le niegan la comunión a los divorciados, pero no a los represores.
* Combaten el matrimonio gay, pero protegen a los cientos de pedófilos que tiene la Iglesia en sus filas.
* Batallan contra las leyes de salud reproductiva, condenando a morir a 2.000 mujeres por año en abortos clandestinos, sólo en la Argentina.
* Se solidarizan con los pobres, pero viven en la opulencia.

Además…
* El sacerdote católico Christian Von Wernich está preso por haber participado en siete asesinatos, 41 secuestros y 31 casos de tortura durante la dictadura, pero puede dar misa.
* El arzobispo santafesino Edgardo Storni cobra una jubilación de privilegio de 7.000 pesos y vive en una mansión de la Iglesia en Córdoba, aunque fue procesado por “abuso sexual agravado”.
* La Iglesia sigue sosteniendo que la muerte del obispo riojano Enrique Angelelli fue un accidente, pese a que hay indicios de que fue asesinado por paramilitares. Angelelli denunció hasta su muerte a la dictadura y la inacción de la Iglesia en ese período.
* Un caso similar al de Angelelli es el del obispo Carlos Horacio Ponce De León.
* La Iglesia Católica fue cómplice por acción y omisión de la sangrienta dictadura (1976-1983) y lo prueban decenas de documentos, informes y testimonios de organismos estatales, eclesiásticos, de derechos humanos y de otras organizaciones civiles y políticas.
* Tres sacerdotes y dos seminaristas Palotinos fueron asesinados el 4 de julio de 1976 en su parroquia del barrio porteño de Belgrano. El caso fue tratado en 1977 por el Papa Paulo VI y el almirante Emilio Massera. La Iglesia dio por cerrado el caso pese a que sabía que la dictadura era responsable, como lo demostraron documentos de las cancillerías argentina y estadounidense.

Y el clasemedia lee lo que dice esta gente… Y lo más lindo es que, con gesto circunspecto, asiente, les otorga entidad moral, y está muy de acuerdo…

miércoles, 5 de agosto de 2009

El clasemedia y "el campo"


Este es un tema interesante. El clasemedia compró sin pensar eso que inventaron algunos medios de comunicación: “el campo” son esos pocos tipos multimillonarios que manejan las entidades del agro. Y cuando ese sector se enfrentó con el gobierno nacional por la millonada que significa la renta de la soja los clasemedia se identificaron, al son del diario Clarín y Cía. “Todos somos el campo”, decían.
Es triste, pero es así. En primer lugar, decir que “el campo” son los históricos oligarcas de la Sociedad Rural más la dirigencia de Federación Agraria (que traiciona actualmente sus principios fundantes) y las otras dos entidades es como decir que “la ciudad” son los cincuenta tipos dueños de las industrias y bancos de una urbe cualquiera. Buenos Aires, por caso.
Después, algunos detalles:
* Históricamente no hubo sector menos solidario que los oligarcas ganaderos y sojeros. No hay registro de ninguna acción en beneficio de la sociedad, la infancia, los pobres, los trabajadores… Nada de nada.
* Nunca fueron democráticos y Hugo Biolcatti (presidente de la Sociedad Rural) ni siquiera lo disimula: es ampliamente conocido el video donde juega con Mariano Grondona a reírse de la posibilidad que la presidenta Cristina Fernández no llegue a completar el mandato que le dio el voto popular.
* A eso debe añadírsele que en la Rural se silbó de manera ensordecedora al presidente Raúl Alfonsín (un santo del clasemedia), la recordada tarde en que el primer presidente del retorno de la democracia les recordó que allí fueron aplaudidos y vitoreados los represores y asesinos de la dictadura militar.
* El sector agropecuario lidera la economía argentina en cuanto a mercadear sus productos de manera informal, y a contratar a sus trabajadores sin registro. Es decir, son campeones de evasión y negreo.
* Biolcatti dice tener un plan para acabar con la pobreza. Es raro que diga algo así porque su organización jamás se preocupó por los pobres y porque el plan de desfinanciar el Estado (eliminando las retenciones) precisamente afectaría primero a los pobres que necesitan de la salud y la educación públicas, además de la cuestión alimentaria.
* Se adjudican ser la “Patria”, como si quienes no tienen millones y olor a bosta en las botas fueran apátridas.
* Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, reivindica la figura de José Martínez de Hoz. Al margen de la provocación (por aludir indirectamente al nefasto José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía de la dictadura), Llambías dijo que José Martínez de Hoz “merece el mayor de los respetos” por ser fundador de la Sociedad Rural. Esa entidad, con Martínez de Hoz a la cabeza, financió parte de la Campaña del Desierto, en la que Julio Argentino Roca asesinó a los verdaderos dueños de la tierra: los aborígenes. Y el merecedor de los respetos de Llambías recibió 2.500.000 de hectáreas en la Patagonia, manchadas de sangre al igual que su vomitiva dinastía.
* Es demasiado evidente que los tamberos y pequeños productores no forman parte de la agenda de las entidades del agro. Cuando se reúnen con el gobierno el tema que pelean con furia es el de la soja.
El clasemedia apoya lo que sea, mientras no tenga que pensar mucho. Si ciertos diarios y canales de TV (que tienen multimillonarias inversiones en el agro) le dicen que hay que apoyar “al campo”, nuestro clasemedia lo hace, y bien hecho.

viernes, 31 de julio de 2009

El clasemedia y la ética


Muchos de los integrantes de nuestra querida clase media se enorgullecen de sus raíces gringas o tanas, o de donde quiera que hayan sido esos bulbos.
La razón es que aquellos antepasados se rompieron el lomo (y transmitieron esa manera tan honesta de autoflagelarse) para conseguir lo que consiguieron, en tiempos en que la palabra valía más que un contrato, y frases por el estilo.
Un día, ese orgulloso clasemedia descendiente de tanos, gringos o lo que fuere, vio que había cierta turbulencia en la economía y metió sus ahorros en una financiera que se dedica a prestar dinero con tasas usureras. Para decirlo de otra forma: el descendiente le dio su platita a un usurero. Más claridad: se transformó en usurero.
El olfato de nuestro honesto argentino de clase media no falló, y todo se fue al carajo al poco tiempo, en una más de tantas crisis que soportamos y soportaremos.
Y hete aquí que la platita que aportó a la financiera le significó pasar a tener una casa por obra y gracia de la imposibilidad del dueño anterior de pagar el préstamo obtenido del prestamista usurero, con dinero aportado por el honesto descendiente de inmigrantes que se deslomaban para conseguir lo que conseguían.
Es así: la plata fue a parar a la financiera por miedo a perderla, a manera de reaseguro. Nuestro clasemedia no tiene la culpa de que todo se haya ido al carajo. Tampoco de que haya sujetos que piden dinero sin estar seguros de poder devolverlo.
Entonces la ética del clasemedia permanece intacta: nada fue su culpa.
Y con mucho esfuerzo, dedicación y sudor (imitando a sus antepasados) refacciona la casa que fue del insolvente, y pasa a tener dos casas en perfectas condiciones, y su palabra sigue valiendo más que un contrato, a la antigua usanza.